Alberto Julián Pérez ©
L´Internationale argentine fue la última novela que escribió Copi (Raúl Damonte Botana, 1939-1987), fallecido en París de Sida en 1987. Apareció publicada en francés al año siguiente. Esta obra, junto con la tragicomedia Une visite inopportune, constituyen una especie de legado literario del autor. Trabajó en ellas hasta poco antes de morir y tratan, por separado, dos problemáticas que para Copi eran muy importantes: la cuestión nacional y la identidad del escritor, la primera, y la experiencia homosexual, la segunda.
Copi vivió toda su vida adulta en París, ciudad a la que emigró a los 22 años, en 1962. Escribió la mayor parte de su obra en francés. Formó parte de una diáspora de escritores hispanos establecidos en Francia, en la que los argentinos ocupaban un lugar destacado. Cuando Copi llegó ya vivían allí Julio Cortázar y Héctor Bianciotti. Luego llegaría Juan José Saer. A estos se les sumaron los directores de teatro Jorge Lavelli y Alfredo Arias, y la actriz Marilú Marini, que ayudaron a Copi en su carrera como actor y dramaturgo.
Copi provenía de una familia de la alta burguesía argentina. Su abuelo era el periodista uruguayo Natalio Botana, fundador y director en Buenos Aires del célebre periódico Crítica; su abuela era la escritora anarquista Salvadora Medina Onrubia ; su padre, el periodista y político Raúl Damonte, casado con la hija menor de Botana, Georgina (Saítta 54-9).
El periodismo y la política signaron el destino de su familia. Su padre militaba en la rama Antipersonalista del Partido Radical, liderada por Alvear; fue diputado nacional de 1938 a 1943 y dirigió en la Cámara Baja la comisión Investigadora de Actividades Antiargentinas (Irisarri 175-90). Fue parte del sector político que atacó a Perón, acusándolo de agente del régimen nazi.
El 17 de octubre de 1945, cuando se produjo en Buenos Aires la movilización obrera que pedía por la liberación de Perón, ocurrió un grave incidente policial en el que quedó implicado el diario Crítica. Desde su edificio tirotearon a una columna de manifestantes que pasaba por Avenida de Mayo y asesinaron a un joven estudiante. El padre de Copi, que era Director del periódico (su suegro, Natalio Botana, había muerto en un accidente en 1941), optó por dejar el país y se estableció con su familia en Montevideo (Tcherkaski 48).
Copi residió en Uruguay hasta 1955. Habitó en Montevideo entre sus 6 y sus 15 años. La familia regresó a Buenos Aires después del Golpe de Estado que derrocó a Perón y Copi cursó su última parte del Bachillerato en el Colegio del Salvador. No hizo estudios universitarios.
En Buenos Aires tuvo una vida social activa, leía mucho e iba al teatro. Su familia disfrutaba de la vida cultural porteña: su abuela había sido dramaturga y su padre tenía inclinación hacia el arte y la pintura. A Copi le gustaba el teatro y el dibujo. Comenzó a dibujar para periódicos y revistas locales. Eran dibujos humorísticos, satíricos (Pron 14)
Al poco tiempo de llegar a Francia pudo entrar como dibujante de planta en unos de los periódicos más prestigiosos del país, Le nouvel observateur. Durante diez años trabajó para el semanario, creando tiras cómicas que lo darían a conocer al público francés y europeo. Su personaje más popular fue « La femme assise », la mujer sentada (Barbéris 18-9).
A diferencia de los otros escritores argentinos residentes en París en esa época, Cortázar y Bianciotti particularmente, Copi había tenido una formación literaria limitada. Se sentía más cómodo con aquellos artistas que poseían una educación amplia y ecléctica, como la suya. Fue muy importante para él conocer a los integrantes del Grupo Pánico : Alejandro Jodorowsky (1929 - ), Roland Topor (1938 – 1997) y Fernando Arrabal (1932 - ). Jodorowsky era chileno y Arrabal español. Topor era el único francés y era artista plástico.
Arrabal había llegado a París en 1952 y se acercó a André Breton, el líder del Movimiento Surrealista, que lo invitó a sus reuniones y promovió algunas de sus obras. Sus ideas influyeron en el joven Arrabal. Breton proponía trasponer las barreras que separaban el arte de la vida. Quería que los géneros y las artes fluyeran y se entremezclaran. El artista debía crear libremente, forjar lenguajes nuevos. Permitir que el mundo imaginario se confundiera con el mundo real.
Al tiempo de participar en los encuentros de Breton, Arrabal, Jodorowsky y Topor se distanciaron de él y conformaron un grupo separado. Resentían el control que este quería tener sobre los artistas que se vinculaban con él. Asimilaron, sin embargo, sus ideas. Los jóvenes del Grupo Pánico utilizaron como base de sus creaciones, según Arrabal, sus propias experiencias biográficas y aquellos acontecimientos históricos que habían sido importantes en sus vidas. Los asociaban libremente con sucesos imaginarios, combinando biografía y fantasía. Arrabal creía que Breton en su obra había descuidado esta posibilidad (43-4). Esto no era objetivo. Bretón había publicado en 1928 una novela pionera, fundamental para el movimiento, basada en sus experiencias personales, Nadja.
Los miembros del Grupo Pánico no se limitaron en sus creaciones a una forma artística determinada : iban de las artes plásticas al teatro, al cine, a la narrativa. Copi se acercó a ellos y estos lo aceptaron. No trataron de condicionarlo, porque estos artistas no aspiraban a conformar un movimiento ni crear su propio canon. Eso era algo que le criticaban al Surrealismo: había generado nuevas reglas, nuevos límites, nuevas formas. Breton se había transformado para ellos en un artista ortodoxo. Los artistas pánicos buscaban mayor libertad en las formas y en el lenguaje. Eran jóvenes expatriados y se sentían cómodos con su nueva identidad. Habitaban en un centro cosmopolita donde convivían múltiples lenguas y nacionalidades (Torre-Espinosa 219-44).
Copi, como espíritu independiente, aprendió mucho durante sus primeros años en París, e hizo su propio camino. Buscó sus oportunidades. Su trabajo en Le nouvel observateur le abrió puertas. En 1965 le pidieron autorización para llevar su personaje humorístico « La mujer sentada » al teatro. Los convenció de que él mismo lo podía hacer. Venía de una familia de dramaturgos y en su adolescencia había escrito una obra. Le presentaron al director de teatro Jorge Lavelli, formado en Buenos Aires. Se hicieron amigos y empezaron a colaborar juntos (Tcherkaski 53-62). Ese año también llegó a París el dramaturgo y director franco-argentino Jerome Savary. A partir de 1966 Copi escribió numerosas obras teatrales en francés, en varias de las cuales actuó. Si bien el francés no era su lengua materna, se sentía cómodo expresándose en ella. La adoptó como su lengua artística. Escribirá muy pocas obras directamente en castellano (Estrade 161-74).
Se ataba poco a las convenciones. A la hora de escribir, su punto de partida era la página en blanco. En su entrevista con José Cherkaski, en 1983, Copi reconoció que su formación era limitada, tanto en las artes plásticas como en la literatura (27-31). Había sido muy buen lector durante los años que pasó en Argentina, de los 15 a los 22 años. Esa formación no se extendió en el tiempo. En esos momentos casi no leía ni iba al teatro.
Durante su adolescencia y su primera juventud había visto mucho teatro. Su familia amaba el arte. Hablaban de cine, de libros y de pintura. También de política. Su padre había conspirado contra el gobierno constitucional de Perón y apoyó el golpe militar que lo derrocó. Regresaron al país después del golpe. La dictadura militar creó un estado policial y reprimió duramente a los sectores populares. Su familia fue una de las que se benefició con los cambios políticos.
Copi creció en un ambiente elitista y reaccionario, típico de la alta burguesía argentina. Su padre deseaba que siguiera sus pasos. Él había estado al servicio de los intereses de su familia. Había sido la mano derecha de su suegro, había practicado “periodismo de guerra” y defendido la política oportunista de su grupo (Abós 339-42). Copi, sin embargo, estuvo muy lejos de obedecer el deseo paterno. Se abrió a otros intereses. Era homosexual y su obra muestra el peso que su experiencia sexual tuvo en su vida. La oligarquía porteña era una clase limitada y prejuiciosa. Era racista, machista, hipócrita. Copi cuestionó sus valores y su manera de ver el mundo.
Su homosexualidad se volvió para él algo más que una práctica personal : la levantó como bandera de libertad. Se transformó en uno de los pilares sobre los que descansó su creación artística. No negó su biografía familiar, ni la historia de su país, aunque le resultaban conflictivos y difíciles de asumir. En sus obras circula subterráneamente una constante crítica a su clase de origen. Tuvo un enorme coraje para enfrentar la vida.
Su existencia fue difícil y en muchos aspectos trágica. No se lamentó de las vicisitudes que vivió con su familia, ni se dejó llevar por la autocompasión ante la trágica enfermedad que lo asoló y le ocasionó la muerte.
A partir de la década del setenta, Copi agregó un nuevo género a su producción : la narrativa. Escribió novelas y cuentos durante los años sucesivos. Empleó, igual que en su dramaturgia, el francés, en la mayor parte de su obra. En 1984 supo que tenía Sida. En esos años esta era una enfermedad mortal, que desgastaba progresivamente el sistema inmunológico y llevaba a los infectados a la muerte. Copi comprendió que su carrera literaria estaba llegando a su fin. Cada nueva obra que preparaba era una especie de despedida.
L´internationale argentine es una novela que escribió aprisa, dada su situación personal. Su estructura resulta más simple que la de otras novelas suyas anteriores, como Le bal des folles, 1977 y La vie est un tango, 1979. Necesitaba ajustar cuentas con su país y su cultura. L´internationale argentine es una sátira política en que denuncia los prejuicios, el racismo, el elitismo, el oportunismo de su clase de origen: la oligarquía argentina.
Su personaje principal, Nicanor Sigampa (inversión de sílabas: Si-gam-pa; si-pa-gan), es un individuo que, como lo indica su nombre, paga y compra todo. Es un hombre de raza negra, que se comporta como un señor blanco argentino de la clase alta de los años cincuenta : imita a la aristocracia inglesa, tanto en sus modales como en su manera de vestir, es terrateniente y vive de sus rentas, considera a la política un juego. Frente a él está Copi, el narrador y personaje antagonista (el escritor le pone su propio nombre), un poeta mediocre al que Sigampa finge admirar.
Al componer el personaje del poeta, Copi toma como materia su propia historia y biografía. Incluye a su padre y a su madre dentro de la trama cómica. La vida de su narrador-personaje tiene paralelos ciertos con su propia vida : es un emigrado que sale de Argentina a los 22 años y se transforma en un artista expatriado en París.
El autor despliega en esta obra los recursos dramáticos y narrativos que fue desarrollando a lo largo de su vida. Una parte central de su poética es la celebración de un gran espectáculo grupal, una “fiesta pánica”, serio-cómica y grotesca en momentos cruciales de la trama. Estas escenas eran comunes en las obras de teatro y películas de los artistas del Grupo Pánico, que daban a esas fiestas un valor ritual (Arrabal 97). Copi crea en estas escenas múltiples enredos y confusiones. Sus personajes realizan las cosas más bizarras. El autor procede con total libertad de invención.
Las situaciones cambian en forma vertiginosa, pasan de la tragedia al ridículo en unos pocos párrafos. La fiesta se confunde con la lucha y la guerra, una puede transformarse en la otra, y sus características sobreviven en ambas. Las encontramos en prácticamente todas sus novelas, tanto las de temática homosexual, como Le bal des folles y La guerre des pédés, como en sus obras más políticas, con personajes heterosexuales, como La vie est un tango y L´internationale argentine. En estas dos últimas obras tienen un peso formal más limitado que en las novelas homosexuales. La fiesta en el bar de la primera parte de La vie est un tango se transforma en una gran batalla, y la fiesta en la embajada de Uruguay en el fin de la novela L´internationale argentine es una lucha campal donde encontramos situaciones grotescas y exageraciones absurdas.
El cuadro dramático es la unidad expresiva básica de su arte, independientemente del medio de representación. Lo utiliza por igual en el dibujo, el teatro, la novela y el cuento (Aira 14-5). La escena le da a la situación o historia la inminencia del presente, y crea un gran despliegue visual y escénico. El escritor puede poner en juego a distintos personajes. Estos se comportan de la manera más impredecible y “loca” casi siempre. No olvidemos que el primer género en que se destacó Copi fue la tira cómica y la caricatura popular.
En sus tragicomedias y sus novelas, Copi crea múltiples situaciones con personajes marginales. Sus travestis, gigolós y transformistas son sumamente originales y disparatados. Copi contrasta lo que son a lo que creen ser. Estos personajes sintetizan el absurdo de la condición humana. Son censurables, ridículos, enloquecidos. Pueden matar, violar, auto-mutilarse. En el delirio de la acción no se salva nadie. Todos los personajes están destinados a la destrucción. Se trata finalmente de una gran ceremonia de sacrificio. Son situaciones catárticas.
El argumento de L´internationale argentine progresa y se desenvuelve con fuerza y rapidez. La novela está cargada de situaciones de gran riqueza ideológica. Estos eventos crean una historia exaltada, en crescendo constante.
En el comienzo el poeta Darío Copi, narrador y personaje, residente en París, conoce a Nicanor Sigampa. Lo cita para hablar con él en el Café de la Paix. Es el año 1986. Nicanor es un argentino negro, descendiente de esclavos, que vive en París. Posee una fortuna incalculable y es muy excéntrico. Su tarjeta de presentación dice : « Internacional Argentina. Frutos de la imaginación ». Está organizando una Internacional Argentina, que se propone reunir a todos los artistas e individuos creativos y sensibles que viven en el extranjero, y coordinar sus acciones. Le entrega un cheque de 500.000 francos. Lo invita a cenar en su casa al día siguiente. Vivía en una mansión en el exclusivo sector parisino de Neuilly, con su madre anciana y su padre muerto embalsamado.
La extraña historia se vuelve cada vez más atrapante (Amícola 145). Uno tiene que aceptar que va a moverse dentro de un mundo inverosímil, alegórico (Montaldo 111). Es una novela surreal y el creador nos cuenta lo que desea e imagina. Comunica una sensación de libertad al lector. A un disparate le sigue otro y a una carcajada la siguiente.
Sigampa trata de convencer a Copi de que la Internacional es apolítica. Este disiente. Los artistas, le dice, tienen todos opiniones políticas y además se detestan. Copi es un antagonista de Sigampa. Los otros personajes tampoco están de acuerdo entre sí, se pelean. Estos enfrentamientos crean situaciones cómicas y hacen que la historia tome caminos imprevisibles. En este universo no hay armonía. El objetivo de la Internacional Argentina es alterar el mundo, revolucionarlo.
Los personajes están en un juego constante de seducción frente a los demás. Quieren que el otro sirva a sus intereses y se someta a sus gustos y caprichos. Pero el otro se resiste. Este juego genera una dinámica que modela la relación entre todos los personajes.
Copi le dice a Sigampa que no comparte su utopía. Este lo presionará hasta lograr que acepte lo que él quiere. Copi se va al barrio bohemio de Montparnasse para deambular por sus cafés y restaurantes. Allí el personaje le cuenta al lector su vida: su biografía tiene paralelos con la historia real del autor. Dice que se fue de Argentina a los 22 años y se mantiene al abrigo de los problemas políticos. Se sintió siempre un argentino en París, un ser apolítico y sin nacionalidad, pero no un exiliado. Nunca tuvo nostalgias de Buenos Aires.
Entra en varios restaurantes: en uno ve a la artista avant-garde argentina Mafalda Malvinas y a sus propios padres. Estos se habían vuelto hippies y consumían drogas. Tenían más de setenta años y se comportaban como adolescentes. Su padre, que era Cónsul del Uruguay en París, le pregunta por la obra que está escribiendo: su « trilogía poética ».
Allí le presentan a la hija natural de Jorge Luis Borges: Raula Borges. En un restaurante vecino encuentra a su futuro rival, el mal poeta Miguelito Pérez Perkins, agregado cultural de la Embajada Argentina y novio de Raula. Había sido su compañero de clase en el Colegio del Salvador en Buenos Aires. Miguelito le cuenta la historia de Sigampa : había tenido un accidente montando a caballo que lo había dejado en coma durante cinco años; había podido recuperarse y era el hombre más rico de la Argentina.
Al día siguiente llega a su departamento de visita su ex-mujer, María Abelarda. Es la típica artista porteña interesada y oportunista. Vive en New York, organiza “happenings” y hace « streaking », desnudándose en lugares públicos. Copi no quiere compartir su apartamento con ella. Se va. Decide volar a Argentina para escribir allí sus libros. Sigampa, que lo sigue, lo convence de quedarse: le promete hacerlo Presidente del país para 1990. Quiere crear en Argentina una nueva república. La imaginación será la guía de su política.
Regresa a su departamento y se encuentra con Miguelito Pérez Perkins. Su padre lo llama porque necesita dinero. Se jugó el Consulado en el Casino y lo perdió. Su madre le informa que le van a celebrar su cumpleaños en el Consulado. Copi había nacido en agosto, no en diciembre como creía. La trama adquiere un carácter cada vez más inesperado y desopilante. Llega el embajador argentino Pérez Sanchulo con su mascota salvaje: un puma. Quiere que Copi pida 4.000 millones de dólares a Nicanor para la Embajada. Le ofrece un porcentaje.
Copi sabe que no le interesa el poder. Pero siente curiosidad : ¿podía un energúmeno como él ser Presidente y hacerse pasar por un iluminado de la historia? Finalmente, acepta el desafío.
Sigampa le presentará a los miembros de su gabinete ministerial y prepararán un manifiesto. Sacarán su doctrina de su libro de poesía El sol rojo de las Pampas. La imaginación poética será el motor de su acción política.
La trama se vuelve cada vez más densa. La novela deviene una comedia de enredos. La confusión da lugar a situaciones impredecibles.
Esa noche cena en un restaurante chino con María Abelarda. Van a una boite argentina y encuentran a Raula y Miguelito. Reflexiona sobre su vida en París. Había salido de su patria escapando de lo que la dictadura argentina había hecho posible: la corrupción administrativa, el machismo, la homofobia, la censura. En esos momentos las cosas habían cambiado. Había un presidente del Partido Radical. Como el personaje del tango “Volver”, él está anclado en París, pero dejó su corazón en Buenos Aires.
Sigampa lo manda buscar. Lo habían herido en una pierna. Le dice que le va a dejar instrucciones en su caja fuerte sobre lo que tiene que hacer en caso que a él le pase algo. Sus guardaespaldas lo escoltan de regreso a su casa. El Embajador lo esperaba, emocionado. Le habían dado el dinero. Se escuchan dos tiros. Los guardaespaldas habían disparado contra el puma, que muere en brazos de su amo.
Copi y María Abelarda se van a vivir al caro hotel George V. Miguelito le informa que encontraron muerto al Embajador. Al día siguiente Copi va al almuerzo de Nicanor. Están presentes el embajador soviético y varios de sus primos: todos negros imponentes como él. Venían de varios países y se dedicaban a las altas finanzas. Financiarían su campaña presidencial. Planean organizar una inmigración masiva de negros a la Argentina. Copi está a favor de la integración racial. En su patria hay lugar para todas las minorías oprimidas, inclusive la indígena. Cree en un mundo sin fronteras ni razas.
Descubren que fue Miguelito Pérez Perkins quien mató al embajador. Nicanor lo hace encarcelar. Cree que es un terrorista. Copi prepara un manual sobre la interpretación de sus obras poéticas, que son la base de su doctrina política.
Van a la fiesta que le organizan a Copi en el Consulado del Uruguay. Será el último gran escenario. Al llegar el Consulado se estaba incendiando. Su padre le dice que la policía liberó a Miguelito. Al embajador lo había asesinado su propia esposa.
Preparan un Manifiesto con Nicanor. Habrá justicia social y diversión para toda la población. Repartirán pan gratis. Nicanor depositará 4.000 millones de dólares en el Banco Nación de la Argentina. Van a hacer una película sobre la vida de Copi, al estilo de las comedias norteamericanas. Llega Miguelito, que salió de la cárcel, con Raula. Miguelito lo enfrenta y Raula lo llama dictador fascista. Hacen las pases.
Su madre le confiesa que él nació en un campo de concentración judío y no es hijo de su padre. Es hijo de un sub-oficial nazi. Su marido era el Capo del pabellón. Emigraron a Argentina después de la guerra. Será el primer presidente judío de la Argentina. Su nombre verdadero es Kopisky, de Varsovia. Bajan al salón de fiesta.
Nicanor le anuncia que la imaginación perdió la contienda y la mediocridad ganó la partida. Sus primos lo rechazaron y eligieron a Miguelito Pérez Perkins como candidato a Presidente. Los argentinos no aceptarían tener un presidente judío. Juntos Copi y él serían la alianza de un negro paralítico y un judío ciego.
Copi, humillado, busca a María Abelarda. Estaba haciendo el amor con Salame Sigampa. Toma el revólver que ella guardaba en su cartera. Habían llegado los periodistas. Los sirvientes portaban carteles que decían “Internacional argentina. Los frutos de la imaginación”. Habían tachado su nombre y escrito encima “Pérez Perkins”. La orquesta tocaba el tango “La cumparsita”. Se encienden los reflectores y en lo alto de la escalera aparece Miguelito acompañado de Raula. La gente los aclama. Lee una “Oda” de Copi, diciendo que él es el autor. Copi saca el revólver del bolsillo. Le apunta a Miguelito. Los guardaespaldas de Sigampa lo ven y le disparan un balazo en la frente. Copi muere. Es el fin del accidentado argumento.
Su sátira critica a la sociedad argentina. La presenta como una sociedad antisemita y racista, que niega su relación con su pasado indígena. Copi defendía la integración racial. En Argentina, donde vivían muy pocas personas de raza negra, la clase alta y la clase media llamaban “negros” y “cabecitas negras” a los obreros y trabajadores pobres. Era su manera despectiva de negarles valor. El gobierno popular de Perón los había reivindicado: eran sus “grasitas”, sus “descamisados”.
Copi no se identificaba con la manera de pensar de la clase alta antiperonista. Su filosofía política era una idealización de la filosofía libertaria del 68 francés, que él había vivido. Su novela es un ajuste de cuentas con su confuso pasado argentino. Su situación de clase era difícil: descendía de una familia que había sido propietaria de un importante periódico popular, Crítica, y había hecho su juego con el poder político al servicio de sus intereses. En esta obra su padre y su madre aparecen como hippies extravagantes, viejos borrachos que utilizan la diplomacia en su propio beneficio.
Las mujeres que retrata son vanidosas y aman el dinero. Piensan en el poder e impulsan a los hombres a alcanzarlo para beneficiarse ellas. Los artistas son seres decadentes. Individualistas, viven en constante competencia entre ellos.
Copi mira su pasado con desencanto. No quiere mostrar compasión hacia sí mismo. La distancia, sin embargo, lo lastima. Es un artista expatriado. Vuelve a sus orígenes: su país, su infancia, su familia. Necesita autoafirmarse en ese momento trágico. Su enfermedad, el Sida, era grave y mortal.
Sostiene una estética personal e híbrida. Su novela es a un tiempo comedia de enredos y sátira de costumbres. Sus personajes son caricaturas burlescas.
Los artistas expatriados no se aceptan entre sí. Su sueño de internacionalidad fracasa. Al final de la novela triunfa el impostor Pérez Perkins.
París es la casa de muchos artistas desplazados. Sueñan con conquistar el mundo. Los escritores viven en un estado de exaltación constante.
Esta es la novela póstuma de Copi. En ella quiso decirnos algo sobre la vida de la diáspora argentina y la moral de su país. Reconocemos al hombre que habitó una vorágine y no siempre pudo elegir. Nos dejó una literatura singular, que celebra la vida aún en sus momentos más difíciles.
Su manera de novelar se ajusta al desarrollo de su personalidad. Permitió que su arte fluyera evitando ponerse límites. Siempre prestó más atención a sus propios deseos y necesidades que a la historia del género. Su poética es híbrida porque es personal, no trataba de ceñirse a una forma ideal ni de crear escuela. El acomodamiento progresivo a las exigencias materiales del medio social parisino y las transformaciones subjetivas que sufrió lo llevaron a buscar y desarrollar nuevos procedimientos formales para poder expresarse.
Su imaginación era la fuente principal de su arte. Su desafío era enfrentarse con la página en blanco. Por eso en sus escritos la forma fluye, es abierta. Encuentra nuevos modos y su lector tiene que adaptarse a su propuesta. Va modelando su propio público.
Copi es el artista que sale de sí mismo, de su patria, de su lengua, de los mandatos sociales, y asume una nueva identidad. Esta necesidad obsesiva de extrañamiento lo lleva a habitar un margen de la literatura (Link 54). Es un artista maldito. Su relación con la historia literaria es ambigua. Lo guían ideas neo-vanguardistas. Es en cierto modo un escritor post-surrealista.
Sus desplazamientos entre países y lenguas y sus cambios de identidad forman el núcleo vivo de su literatura. Ambas experiencias fueron para él fuentes de gran conflicto y sufrimiento: por eso la naturaleza agónica de su obra.
Bibliografía citada
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Amícola, José. Estéticas bastardas. Buenos Aires: Biblos, 2012.
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Irisarri, María Jimena. “Las actividades del nacionalsocialismo en Argentina. El
diputado Raúl Damonte Taborda y el diario Crítica (1938-1943).” Anuario del
Centro de Estudios Históricos “Prof. Carlos S. A. Segreti”. Córdoba (Argentina),
año 13, n° 13, 2013: 175-190.
Link, Daniel. La lógica de Copi. Buenos Aires: Eterna Cadencia, 2017.
Montaldo, Graciela. “Un argumento contraborgiano en la literatura argentina de los
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Pron, Patricio. “Aquí me río de las modas”. Procedimientos transgresivos en la
narrativa de Copi y su importancia para la constitución de una nueva poética
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Saítta, Sylvia. “ Anarquismo, teosofía y sexualidad: Salvadora Medina Onrubia”.
Mora Revista del Área Interdisciplinaria de Estudios de la Mujer No. 1
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Tcherkaski, José. Habla Copi. Buenos Aires: Galerna, 2013. Nueva edición ampliada.
Torre-Espinosa, Mario. “La influencia de las vanguardias francesas en el Teatro
Pánico de Fernando Arrabal”. Impossibilia. Revista Internacional de Estudios
Literarios No. 17 (Mayo 2019): 219-44.
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